Capitulo 3

            La semana fue muy rara, Felipe me evito toda la semana

-eso es normal en el-pregunte a Ito en la cafetería

-no, es extraño, él no es así con las chicas, todo lo contrario es un casamentero

-un don juna querrás decir -respondí

-como le quieras poner-dijo el- pero si, esa es la idea en general

-a ok-dije

-¿por qué? te gusta Felipe-pregunto

-no, es solo que me llevo bien contigo y con Anthony, pero el, él es muy pesado-dije

-hola-dijo Vicky

-bueno los dejo, me iré a clases de danza

Me fui a cambiar y por el camino me encontré con Felipe, sinceramente era un pesado, paso por al lado mío como si no me hubiera visto, es un imbécil

-como te fue en clases de danza-pregunto cata toda mojada

-bien, y tú de dónde vienes

-guerra con agua-dijo riendo

-invita pa la otra-dije bromeando

-oye me acompañas a la cafetería

-sí, vamos

-y dime, Felipe sigue igual de pesado

-sí, pero no sé de qué me preocupo, solo hablamos una vez, y después del campamento no creo que lo vuelva a ver

-cierto- respondió y entramos- ahí están los demás-

“y Felipe incluido” pensé

-hola- dijimos y nos sentamos

-permiso, tengo cosas que hacer-dijo Felipe y se fue

El viernes por la noche era fogata y yo me quede en la cabaña leyendo, sinceramente no tenía ninguna gana de ver a Felipe. Como a las 12 llegaron las chicas

-como les fue

-bien-dijo Vicky

-la pasaron bien-pregunte

-paso algo raro-dijo Vicky

-¿qué cosa?-pregunte

-es que cuando llegamos estaban los chicos, los 3, y Felipe pregunto por ti, le dijimos que no ibas a ir, y se fue

-espera, que estás diciendo

-que él se fue por que tú no estabas-dijo cata

            Sinceramente no tome mucho en cuenta la que dijeron ya que el sueño me ganaba. A la mañana siguiente salí a trotar y pensé un poco en ello, y choque con alguien:

-lo lamento-dijo esa voz conocida

-está bien-dije, y me gire, sin darme cuenta que era Felipe-oye espera-era hora de enfrentarlo

-si dime-dijo muy amablemente

-¿qué problema tienes conmigo?-pregunte

-si fue por lo del empujo te dije perdón-respondió

-no es por eso, estas muy pesado conmigo, y me evitas siempre, que te pasa-le pregunte molesta

-escucha, nosotros no nos conocemos y no tengo porque darte explicaciones-dijo y se fue de golpe

Ahora si estaba confundida, que le pasa a ese idiota, pero qué más da, Fui a clases en la tarde y cuando salí tenía al rey de roma esperándome:

-podemos hablar-dijo Felipe en son de paz

-qué quieres-pregunte

-pedirte disculpas, por ser grosero y pesado y por evitarte

-ok, algo mas

-me disculpas-pregunto con una casi sonrisa

-realmente quieres que te disculpe-pregunte mientras el estiraba su mano y unas rosas con ella

-sí, realmente-dijo sonriendo

-pues esfuérzate mas-dije y me retire

Que se cree, que por un par de rosas me vendo.

No.